El Dióxido de Titanio es un compuesto químico de color blanco que se obtiene a partir de minerales y polvos que contienen titanio, el noveno elemento más común en la Tierra. Es un pigmento muy versátil y resistente que se usa en diversas industrias para dar a los productos un aspecto brillante, opaco y protegido.
Estos son los beneficios esenciales del Dióxido de Titanio
Mejora la calidad y el rendimiento de los productos finales, al proporcionarles un aspecto estético y funcional óptimo.
Aumenta la durabilidad y la conservación de los productos, al protegerlos de factores ambientales que pueden deteriorarlos o alterarlos.
Reduce los costes de producción y mantenimiento, al requerir menos cantidad de pigmento y de otros componentes para lograr el efecto deseado.
Entre las principales aplicaciones del dióxido de titanio se encuentran:
La producción de pinturas y plásticos, donde se usa como pigmento base para dar color, brillo, opacidad y protección a los productos.
La fabricación de papel, tintas de impresión, cosméticos, productos textiles, farmacéuticos y alimentarios, donde se usa como pigmento adicional para mejorar la apariencia, la calidad y la seguridad de los productos.
Las artes gráficas, donde se usa como pigmento fino para crear efectos visuales de alto impacto en pequeños espesores.
La cerámica y el vidrio, donde se usa como agente blanqueador y opacador para dar un acabado de gran brillo, dureza y resistencia al ácido.
Puede conseguirlo en una presentación ideal para su producción en bolsas de 25 KG
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Nota Importante: La ilustración del envase mostrada es únicamente con fines representativos.
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